jueves, 15 de marzo de 2012

Cuatro años

Esta entrada se la regalo hoy a mis actuales jefes, personas majísimas donde las haya. Quizá si los hubiese conocido en otras circunstancias podríamos haber sido grandes amigos pero debido a esa condición que poseen, de alto cargo y por una cuestión de principios, muy personal, estamos condenados a discrepar.
El motivo de la dedicatoria es que la empresa que fundaron cumple cuatro años de vida. Han sido cuatro años de esfuerzo titánico, de lucha constante, de noches en vela, de días inciertos. Han tenido que vencer muchos monstruos, traiciones, engaños, malas intenciones.
Pero también ha sido un período dedicado a llevar a cabo un sueño, a comprobar que la consecuencia lógica de un buen trabajo es una porción de queso, tu hueco en el mundo, tu parte del pastel.
Tal y como están las cosas cuatro años son un éxito. Y tal y como están las cosas cuatro años no aseguran nada. Quiero decir que, aún teniendo cimientos adecuados, la inestabilidad acecha, por lo que nadie podrá permitirse bajar la guardia o relajarse; pero tengo entendido que no entraba en sus planes hacerlo, así que: felicidades y a por otros cuatro más.

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