viernes, 11 de mayo de 2012

Protesto

Hace dos meses escribí una entrada en la que me lamentaba por el detrimento de la calidad en los artículos cotidianos. Al día siguiente pedí perdón y confié en no volver a traer negatividad a esta casa.
Pero hete aquí que como el hombre es el animal que tropieza dos veces en la misma piedra y yo no es que sea hombre (que soy mujer) pero soy humana, redundo en mi error.
_“No te puedes quejar”. Es una de las frases más oídas últimamente.
Si tienes empleo: no te puedes quejar.
Si tienes salud: no te puedes quejar.
Si tienes amor: no te puedes quejar…
Pero si ahora, que parece que se va a acabar el mundo, no te puedes quejar ¿entonces cuando?
_“Cuando las cosas vayan peor”.
Vive el momento y quéjate ahora.
No sea que llegue el día en el que estando todo fatal y pudiendo quejarnos entonces, no se nos permita hacerlo realmente.
Hoy reclamo y para que mañana no me toque suplicar un indulto voy a enfocar la reivindicación desde un punto de vista terapéutico, como una forma de liberar tensiones y malos humores. Dicen que si se te queda dentro se enquista y no hay quien lo cure.

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