miércoles, 25 de julio de 2012

Confianza

Creo que alguien que no tiene motivos para desconfiar de mí y aún así lo hace, no se merece que le diga la verdad; de todas formas no me va a creer, pues que sea con razón.
¿Qué opináis?
Es como cuando éramos pequeños y nuestros padres nos advertían más de una vez que nos bajásemos del lugar donde nos habíamos “entaramingado”, pero no obedecíamos. Entonces nos amenazaban, “bájate de ahí porque como te caigas, encima te pego para que llores por algo.”
¿Sí o no?
Nota: me salió la vena asturiana. Entaramingar = Encaramar

No hay comentarios: