domingo, 29 de julio de 2012

Lo quiero todo

Nunca me ha gustado la letra “o”, es tan excluyente. He tenido el mismo problema desde pequeña. Me cuesta horrores tomar decisiones, así que la letra “o” es un reto para mí. Incluso en las situaciones menos complicadas esa letra se convierte en un obstáculo.
La carta de postres: helado “o” tarta
Los novios: guapos “o” inteligentes
Mi futuro: ciencias políticas “o” puericultura
Pero tengo la solución. Está ahí, en nuestra lengua, tan cerca que no la veía.
¿Qué ha sido del conjunto creado por la “y” barra “o” (y/o)? ¿Por qué no se usa más habitualmente? Está hecho a mi medida, con ese grupo de signos ya no tendré que renunciar a nada, no hará falta que abandone ninguna opción, abrazaré todo lo que me ofrezcan, lo aceptaré, lo disfrutaré, todo, sin excepción…

No hay comentarios: