lunes, 17 de septiembre de 2012

¿Quién dobló hoy tu paracaídas?

Estos días se ha celebrado en mi ciudad la semifinal de la copa Davis. Basta que se haya jugado aquí para que yo estuviese pendiente de los partidos como nunca. Y una de las cosas que me sorprendió fue la entrega de los recogepelotas.
Eran muy jóvenes, unos críos, pero transmitían unas ganas de hacerlo bien, de querer ser el mejor, de sentirse útiles, de ayudar y facilitar la labor a la estrella, dignas del adulto más responsable.
Lo que me recordó un mensaje que me enviaron hace mucho tiempo y que os voy a transcribir.
Carlos era piloto de un bombardero en la guerra de Malvinas.
Su avión fue derribado por un misil. Entonces se lanzó en paracaídas, fue capturado y hecho prisionero. Cuando regresó a Argentina daba conferencias relatando su vivencia.
Un día un hombre se le acercó y le dijo:”Usted no me reconocerá, pero yo doblaba su paracaídas. Parece que funcionó bien ¿verdad?”
Carlos con sorpresa y gratitud le respondió: “Claro que funcionó, si no hubiera funcionado hoy yo no estaría aquí”.
Esa noche Carlos no pudo dormir, se preguntaba cuántas veces habría visto a ese hombre en la base sin reparar en él, y cuántas horas pasaría ese marinero enrollando los hilos de seda de cada paracaídas, teniendo en sus manos la vida de alguien que no conocía.
Desde entonces Carlos comienza sus conferencias preguntando a su audiencia: “¿Quién dobló hoy tu paracaídas?”
Uno necesita muchos paracaídas al cabo del día. Todos tenemos a alguien cuyo trabajo es importante para que nosotros podamos salir adelante. Así que no estaría mal que tratásemos de reconocerlo y agradecérselo.

1 comentario:

josh dijo...

Qué razón tienes.
Desde siempre me pareció una verdad absoluta aquéllo de 'Un paisano ye un paisano', tomándolo yo por éso de que todos somos iguales, te dediques a lo que te dediques, seas lo que seas, un paisano ye un paisano y no lo es más que otro por su puesto de trabajo, ni por otras pequeñas nimiedades.
Gracias por pasarte a visitarme.
Un saludo.