¡Ha llegado el momento! Mis últimas vacaciones del año. 10 días, con sus 10 noches, enteritos para mí.
Lo primero que haré será programar la entrada del Martes. Va a ser una jornada especial para mi prima y no quiero perder la oportunidad de expresarle cuanto la quiero.
Lo segundo será pintarme las uñas. Tamaña chorrada, pensaréis. Os explico. En mi trabajo está prohibido llevar laca en las uñas, así que, uno de los signos, inequívocos, de mis días de asueto, radica en el rojo brillante de mis dedos.
Lo demás irá surgiendo sobre la marcha. Mucho descanso, algo de cultura, un poco de alterne, en fin, lo que vienen siendo unas vacaciones al uso.
Os dejo que tengo el botecito abierto y se me seca el esmalte. Nos vemos pronto. Sed felices como perdices. Besos.
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