domingo, 25 de noviembre de 2012

Quiérete

La falta de autoaceptación es un tema recurrente cuando se habla de tristeza. Algunas personas han sido educadas para creer:
Que cualquiera es más importante que ellos mismos.
Que sus necesidades deberán ser relegadas a segundo puesto para que los demás les vean con buenos ojos.
Que lo que ellos piensen ha de ir después de lo que los otros piensen.
Que el estimarse es sinónimo de egoísmo…
Llegados a este punto preguntémonos: “¿Qué motivo puede tener un ser humano para elegir no amarse a si mismo? ¿Qué ventajas le reporta?”
Ninguna.
Entonces eliminemos todo pensamiento autodestructivo y:
Aprendamos a disfrutar de los cumplidos sin dudar de su sinceridad.
Asumamos el riesgo de decir: “Te quiero” y felicitémonos por ser capaces de hacerlo.
Permitámonos el lujo de darnos un capricho de vez en cuando.
Aceptemos nuestro cuerpo, tratémoslo bien y cuidémoslo para que goce de buena salud.
No nos comparemos con nadie, somos insuperables, inigualables, inimitables. Somos una de las ruedas que hace girar el mundo. Somos importantes para muchos, pero sobre todo, somos importantes para nosotros mismos.

No hay comentarios: