jueves, 9 de febrero de 2012

Risoterapia

Una de las cosas que más echo de menos cuando vivía con mis padres son las cenas. No había una en la que no tuviésemos nuestro momento de risoterapia. Recuerdo una noche en la que mientras mi padre bebía yo dije una tontería y acabé con un ataque de risa y bañada en Colacao, algo que todavía hoy es motivo de burla en mi familia.
¿Cuánto tiempo hace que no te ríes con ganas? A mandíbula batiente. Con carcajadas sonoras, de esas que despiertan la envidia de los desconocidos que tienes al lado. Esas risas que hacen que te duela la barriga, que no respires bien, que te congestiones. Cuando se acaban te dejan exhausto, en calma y contento. La bioquímica nos explica que esto se produce al liberar endorfinas, uno de los mejores antídotos contra el estrés, el dolor, el cansancio, la depresión o la ansiedad. ¿Cómo estimular su producción? Riéndose o con ejercicio físico. No me digáis que no os lo pongo fácil, pues ¿a qué estáis esperando? a segregar endorfinas ahora mismo.

2 comentarios:

Amaya dijo...

Ali esto de la risoterapia es una pasada, yo ultimamante no lo practico mucho, pero me encanta troncharme, llorar, quedarme sin aire... voy a esforzarme por que cuando lo hago me siento genial.
Que te parece si el lunes nos tronchamos un rato?

Ali dijo...

Amayita me parece genial. Practicaremos hasta que tengamos que cruzar las piernas para evitar hacernos pis.Besín