El progreso

Hay mucha gente que se queja de lo rápido que van los tiempos. Pues yo digo: _ “cómo me alegro de haber nacido en esta época llena de avances tecnológicos”, a pesar de ser un desastre para todas estas cosas. No tengo cuenta en Facebook, hasta hace bien poco no sabía lo que era un link, mi móvil está obsoleto y no entiende de whatsapps, el ordenador es del año II a.C. y casi lleva disketera incorporada…

Pero aún así, me encanta que todo eso exista y tenerlo a mi alcance para cuando quiera hacer uso de ello. El otro día, sin ir más lejos, tuve que comprarme una webcam con micrófono incluido para poder hablar por el skype con mis primos. ¡Qué cosa más chula!, me dio un subidón.

Y ¿qué decir de las máquinas médicas? Pero si hasta hay ecógrafos de bolsillo.

Y pensar que cuando yo era pequeña: las televisiones tenían 2 canales, no había mandos a distancia, la música la oíamos en casettes o en discos de vinilo, el móvil no era ni una idea y los ordenadores funcionaban con sistema Basic.

¡Qué suerte que todo progrese tan deprisa! Cuanto más evolucionen las cosas más tiempo tendremos de verlo y disfrutarlo.