lunes, 7 de mayo de 2012

Miradas

Lauro Olmo escribió un libro llamado Tituladlo como queráis. En él reúne varios cuentos, uno de ellos es: La ventanilla, dice así: “Vi claramente cómo me miraba.  Unos cuantos segundos, sí; pero, ¿quién sabría decirme dónde radica la duración de una mirada? ¿Acaso se mide por segundos? ¿O es la intensidad lo que importa?”
¿No os lo habéis preguntado nunca? En ocasiones decimos más con los ojos que con la boca. La expresividad que contiene la mirada no se puede transmitir mediante ningún otro gesto. Por eso, en múltiples ocasiones, no se necesitan palabras para difundir sensaciones, órdenes o deseos. Si cuando te diriges a alguien vuelcas tu mirada en la suya la comunicación se hará más fácil, porque todo fluye a través de tus ojos.   

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