domingo, 13 de mayo de 2012

Vacaciones II

Sí, otra vez. Es que tengo una ocupación que, además de permitirme reunir un montón de horas extraordinarias, me deja hecha polvo. No sólo físicamente sino anímicamente también. Mi teoría suena un poco extraña pero es la única que consigue explicar la situación.
Soy como un riñón. Llego al trabajo después de un período de descanso y me encuentro fenomenal, alegre, dicharachera, simpática, agradable. A medida que va pasando el tiempo voy acumulando mal humor, roces, frustraciones, problemas. Al principio filtro bien, pero poco a poco comienzo a funcionar peor, me saturo de toxinas y empiezo a expeler negatividad, es entonces cuando necesito un tratamiento de diálisis (vacaciones), mi sistema depurativo se vacía de malos rollos y vuelve a marchar perfectamente.  
Pues en ese lapso de tiempo me encuentro. En cuanto me den el alta volveré. Hasta ese momento: disfrutad de la vida. Besín.

No hay comentarios: