miércoles, 8 de agosto de 2012

Verdades absolutas

El absolutismo, para una persona extremista y cuadriculada como yo, parecería ser la corriente ideal, pues no es el caso.
No comparto el concepto de que exista ni una sola idea general, completa, terminante, decisiva y categórica, que sirva para el total de la humanidad. Recuerdo cuando me pronuncié sobre ello la primera vez, hace muchos, muchos años. Estábamos en clase de filosofía y mi profesora, una religiosa poco tolerante, cayó sobre mí como una hidra. ¿Qué me contestas si te digo que matar es malo, no te parece una verdad absoluta, no crees que valga para todo el mundo? Me preguntó.
Claro que no, todo depende, las circunstancias, las razones, de hecho no todos los asesinatos acaban siendo delito. Los nazis exterminaron montones de almas y para ellos era causa justificada, lo veían bien. Los etarras creen batallar en una guerra y exculpan así sus acciones. Si:
_ ¿Tú de profesión?
_ Sicario, o
_ Me llamo Bond, James Bond, o
_ Te presento a la familia, él es Don Vito…
¿A qué la cosa cambia?
No quiero que nadie me interprete mal y piense, después de esto, que defiendo el acabar con la vida de alguien. Sólo digo que el que a mí me parezca mal no tiene porque ser compartido por el resto de la gente.
Y que como decía Bertrand Russell en su libro La conquista de la felicidad: Sabemos que la conciencia ordena actuar de manera distinta en partes diferentes del mundo.
Pues eso.

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