sábado, 3 de noviembre de 2012

Respirar

Es una cosa que de usual como resulta: pasa desapercibida, la devaluamos y la realizamos mal.
Inspirar y expirar es un acto que llevamos a cabo de manera rutinaria pero que ejecutándolo correctamente puede ayudarnos a eliminar el estrés, los nervios o la compunción.
Mi método consiste en ralentizarme. Cerrar los ojos. Relajar los músculos. Pensar en algo que me de paz. Y tomar conciencia de ese aire que entra en mi cuerpo y expande mis pulmones.
Puedo estar así un buen rato, hasta que logro acompasar mi ritmo cardíaco y mi presión arterial. Lo que sea con tal de obtener la tranquilidad deseada.
Quizá al principio te cueste un poco, pero todo es cuestión de práctica.
Manos a la obra amigos.

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