martes, 31 de enero de 2012

Abrazos

Hace años, unos chicos, en medio de la calle Corrida (la más famosa de mi ciudad) iban con carteles y pancartas informativas, regalando abrazos a cualquiera que quisiese recibirlos. Por aquel entonces yo trabajaba para una constructora situada en un lugar privilegiado y lo veía todo a través de la ventana. De repente, uno de mis jefes abrió el balcón de la oficina y con un gesto absolutamente espontáneo les abrazó en la distancia; el hecho me conmovió tanto que aún hoy lo recuerdo. Y no penséis que fue el único, muchas personas se acercaban para recibir el inusual presente, niños, ancianos, adolescentes, treinteañeros. Al principio la gente se mostraba un poco reticente, un poco suspicaz, algo desconfiada, pero cuando alguien abre sus brazos y te acoge entre ellos dulcemente, sin más estímulo que el de hacerte sentir bien, pues lo consigue y así cada viandante parecía alejarse sonriente, alegre, querido y en paz. No sé que tiene ese acto que nos beneficia tanto pero quizá sea hora de convertirlo en costumbre. Os dejo este video que refleja mejor que yo aquello que trato de explicar.

No hay comentarios: