jueves, 2 de febrero de 2012

Mimos

Releyendo el blog de los dos últimos días me noto un poco pegajosa. Será la luna, o las hormonas, será el amor, o su ausencia.
Bueno, confío en que se me pase pronto, de momento hoy: las caricias.
Si ellas no os hacen estar ufanos entonces ya no sé que lo conseguirá.
No podrás decir que has vivido si nunca has sentido esa especie de pequeñas descargas eléctricas que se originan cuando sus dedos cálidos pasean por tu espalda de manera suave y superficial.
No podrás decir que ya no te queda nada por conocer si todavía no has tenido esa sensación de abandono que experimentas cuando sus manos masajean tu cabeza perdiéndose entre tu pelo y produciendo un sonido crujiente, como de hojas secas, que te sumerge en un trance casi místico.
No podrás decir que estás completo si un escalofrío no ha recorrido tu cuerpo cuando su aliento se acerca a tu nuca y se recrea unos instantes en ella.
No podrás decir que sabes lo que es el placer si tus músculos no se han tensado bajo el peso de su mirada.
No permitas que pase ni un día más sin haberlo comprobado todo. 

No hay comentarios: