Hoy toca recordar un trocito de la película Pigmalión, rodada en el año 1938 y vigente hasta la eternidad.
Una chica, poco culta, a la que han querido educar para que sepa comportarse entre personas que pertenecen a la alta sociedad, le recrimina a su profesor el desdén con el que la trata.
“La diferencia entre una florista y una dama no está en como se comporta sino en como la tratan.
Para usted siempre seré una florista porque me trata como a tal.
En cambio, para usted puedo ser una dama porque siempre me ha tratado como a una dama y nuca dejará de hacerlo”
Hemos de poner extremo cuidado en la forma de relacionarnos con las personas, esta influye tanto en ellas que puede determinar su futura conducta.
Respeto, consideración, deferencia, cortesía, amabilidad, atención y educación.
Parece obvio, pero después de haber visto programas de entretenimiento en Tele 5, y tener la impresión de que eso es lo que está imperando, creo imprescindible dejarlo por escrito: así no, sino todo lo contrario.
1 comentario:
Posiblemente, si a Belén Esteban, por poner un ejemplo, la trataran como una dama ella dejaría de vender "flores".
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