martes, 27 de marzo de 2012

Sin palabras

A estas alturas de la película quien más y quien menos ha tenido que vérselas con los gráficos de ensamblaje de los muebles de IKEA. Es una empresa sueca que exporta a todo el mundo. 40 son los países que venden sus productos. Cada uno de ellos con un idioma distinto. ¿Y qué hacer para evitar que las instrucciones de uso sean como tomos de una enciclopedia? ¿Conseguir que no pesen más las indicaciones de encaje que los propios muebles? ¿Lograr un lenguaje universal sin mímica?
La imagen. Gracias a unas simples ilustraciones cualquier persona consigue relacionarse con otra sin obligación de abrir la boca. Hasta los cuentos infantiles tienen frases con dibujos intercalados para sustituir a las palabras. ¿Y qué os voy a contar yo de la importancia de un plano bien hecho?
Es otra manera de comunicarse. Pero eso es lo bueno, porque si sólo hubiese una posibilidad, ¿cómo íbamos a poder viajar a países extranjeros los que no sabemos idiomas?    

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