Gracias

“La ingratitud no basta para desanimar a la caridad, pero sirve de pretexto al egoísmo” Duque de Levis.

Bueno, pues para que no tengamos que poner a prueba a nadie, ni evaluar si lo que hacen por nosotros es caridad o puro egoísmo, y dando por supuesto que lo único que nos interesa es el bien que nos dispensan los demás: demos las gracias de todas formas. Agradezcámoslo todo siempre. Seamos agradecidos cada minuto del día.

Porque es lo justo, no cuesta nada y puede alegrar a más de uno.

Podéis preparar un discurso al más puro estilo “Hollywoodiense”, o hacer una lista como las que aparecen al final de algunos libros, o quedar con cada persona a la que tengáis que agradecer algo y decírselo de viva voz. Allá cada cual, lo importante es que nadie se quede sin ser correspondido, sin su retribución, o sin su reconocimiento.