Hace poco leí un pensamiento de Javier Calvo que decía: “El mundo literario de un escritor a veces es más íntimo que su vida privada” y salvando todas y cada una de las distancias que he de salvar en esta frase (ni soy escritora, ni tengo un mundo literario) me siento identificada al 100%.
Cuando releo los textos de este blog me invade una sensación extraña, es una mezcla de vergüenza y orgullo, porque detrás de cada pensamiento, de cada deseo, de cada réplica, estoy yo.
Día a día voy haciéndoos confesiones que me dejan expuesta. Yo, que no voy a la playa por no desnudarme delante de extraños, resulta que soy capaz de contarlo todo por escrito.
Supongo que, la distancia que da el no saber quién te lee, o por qué; también te desinhibe y te otorga valor.
Es eso, o apretar el botón de “publicar” sin pensar.
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