lunes, 6 de agosto de 2012

Sollozos

¡Es tan misterioso el país de las lágrimas…! El principito
Pues sí, viajamos a él tanto cuando estamos contentos como cuando estamos tristes. Si la emoción que sentimos nos desborda, y no tenemos otra forma de expresarla, ni de dejarla salir, entonces lloramos. Es una vía de escape como otra cualquiera. No solucionamos el problema pero nos deja de relajaditos. Así que en el momento en el que lo necesitéis, seáis hombre o mujer, por alegría o por pena, a solas o en compañía, recurrid a esta terapia. Liberar tensiones pasa por mojarnos las pestañas con agua salada.

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