lunes, 30 de abril de 2012

El tiempo

Acabamos el mes.
Empezamos la semana. Pero sólo para unos, otros estiman que el Domingo ocupa el primer puesto en el calendario.
Cuando los chinos celebran su año nuevo algunos llevamos 23 días inmersos en el nuestro.
Nos guiamos por el sol para ajustar el reloj, pero los dos marcan el tiempo de manera muy distinta. El mes pasado, sin ir más lejos, a esta misma hora era otra.
Todo es aproximado. Pero como no concebimos la vida sin límites pues nos los inventamos, y establecemos principios y fines basados en cálculos matemáticos complicadísimos, en hechos históricos difíciles de verificar, en lógicas ecológicas prendidas con alfileres.
Cada 60 segundos un minuto, cada 60 minutos una hora, cada 24 horas un día….y así entendemos las cosas. Pero si nos atreviésemos a pensar un poco más libremente ¿no os daría la impresión que los comienzos y los finales se difuminan un poco y que el tiempo es como un circuito cerrado de continuidad infinita?
Bueno, pues después de esta divagación me despido: FIN.
¡A no!, mejor: _“Hasta mañana”.
O _“¿Hasta dentro de unas horas?”. ¡Uf! ya no lo sé.
Voy a dejarlo en un: _“Nos vemos. Besín”.

domingo, 29 de abril de 2012

Fingimientos

“La palabra puede usarse para mentir. En cambio, el lenguaje del cuerpo no puede engañar si el observador sabe leerlo”. (L. Alexander)
Que mal llevo lo de los embustes. Es que se me da fatal. Siempre se me nota un montón. Y eso que me esfuerzo, pero nada. Me pongo roja, titubeo, me da la risa. Y lo del lenguaje corporal es peor aún. No sé disimular. Cualquiera puede discernir si estoy enfadada, o triste, si alguien me cae bien, o no...
O tengo una cara muy expresiva o todo el mundo está capacitado para leer mis sentimientos. Y esto es un problema si trabajas de cara al público.
Ya sé que, como norma general, la falsedad no está bien vista pero hay ocasiones en las que se hace imprescindible y hemos de estar preparados.  
Quizá este no sea un buen ejemplo, puesto que gracias a los tejemanejes que se trae la protagonista todo acaba fatal, pero en la película Las amistades peligrosas la Marquesa de Merteuil (Glenn Close) le explica al Vizconde de Valmont (John Malkovich) como desde pequeña se instruyó  para representar el papel que le correspondía por haber nacido mujer: callar y obedecer, pero intentando sacar el mayor partido posible. “Practiqué la indiferencia y aprendí a sonreír mientras bajo la mesa me clavaba un tenedor en el dorso de la mano. Me convertí en una virtuosa del engaño”.
¿Será que no ensayo lo suficiente? Creo que debería apuntarme a clases de interpretación y así la próxima vez que me veáis recordad: ¡Silencio, se rueda! ¡Luces, cámara, acción!

sábado, 28 de abril de 2012

Volviendo a los orígenes

No soy optimista, quiero ser optimista.
Porque: “puede que el pesimista tenga razón a la larga, pero mientras tanto se lo pasa mejor el optimista.”
Lo de ser positivo requiere un esfuerzo y una voluntad que pueden equipararse al esfuerzo y a la voluntad que hay que poner para conseguir casi cualquier cosa, aprobar un examen, aprender un idioma, cocinar para 10…
Hay un libro titulado:                       “El arte de no amargarse la vida”
(Claves para el cambio psicológico y la transformación personal)
Que me confirma que a tener pensamientos y actitudes positivas se aprende.
Lo que yo me pregunto ahora es: ¿cuándo nos hemos instruido para lo contrario? ¿Es qué lo que traemos de serie es la negatividad? Lo dudo, no tenéis más que observar la sonrisa de un niño, su espontaneidad, su alegría, sus ganas de disfrutar y de pasárselo siempre bien.
Debe ser que llegamos a una edad, o a un momento de nuestra existencia, en la que empezamos a hacerlo mal.
Así que, deberes para casa: detectar ese instante y corregirlo de modo ipso facto.
No podemos permitir que el mal rollo nos gane la batalla. Y si como dice mi primo Oscar: el ser feliz es cosa de niños, pues a volverse todos un poco niños.

viernes, 27 de abril de 2012

Buenas noches

Del libro “El hombre que no sabía pecar” escrito por Martín Descalzo, os traigo esta frase: “Una noche es larga cuando tienes que pasarla acurrucado en el rincón de un pensamiento".
Para que el sueño sea reparador no te vayas a la cama con temas pendientes; lo más probable es que tengas pesadillas y tu descanso se convierta en tortura.
Procura resolver los problemas durante el día. Si tu tiempo ha sido escaso apárcalos hasta que salga de nuevo el sol.
Relájate y evádete por unas horas. Dormir te ayudará a ver las cosas más claras mañana.
Felices sueños a todos.

jueves, 26 de abril de 2012

En blanco

No sé que contaros. Hoy mi musa ha volado. Así es la inspiración. Hay días en los que escribiría 4 entradas y otros en los que no sé que decir. Mi cabeza se ha vaciado. Nada de lo que pienso resulta suficientemente importante como para desarrollar un texto.
Estoy callada, ausente, meditabunda. Pasa el tiempo, los conceptos cruzan mi mente casi de puntillas, ninguno tiene el peso necesario para no desecharlo. Todo es cuestión de la idoneidad del momento. Seguro que, en otra ocasión, volverá a mí ese mismo material que ahora descarto y de interesante como me resultará, no podré dejar de incluirlo en este espacio. Por ahora, y hasta que ese instante llegue, me veo en la obligación de no tratar ningún asunto.
Aunque pensándolo bien, ¿no podría considerarse que la ausencia de ideas ya es un tema en si mismo?

miércoles, 25 de abril de 2012

Los polos opuestos se atraen

Oxímoron: recurso literario que consiste en situar en una misma expresión dos conceptos antagónicos, obteniendo con ello un sentido nuevo. Por ejemplo: Un silencio atronador, La inmensa minoría, Su dulce amargura, Un instante eterno…
Acabo de descubrir esta definición y me ha cautivado de inmediato.
Es curioso como dos palabras, (o dos personas) contrarias, se unen para crear un término distinto. Y como éste se percibe, por sus características, que está en tenso equilibrio. Una guerra fría entre vocablos susceptible de hacer saltar por los aires al actual significado en una fracción de segundo.
En cuanto la cuerda se estire algo más de lo debido hacia un lado, la estabilidad se evaporará. Y volveremos a tener dos palabras, (o dos personas), independientes que buscarán otras voces más afines a sus contextos.
Nadie puede garantizar que las encontrarán, ni tampoco se puede aseverar que no se vayan a unir a otras expresiones más incompatibles aún que las anteriores.
Sólo el tiempo y un estudio exhaustivo del lenguaje conseguirán aclararnos las cosas.  

martes, 24 de abril de 2012

Un primer vistazo no es suficiente

Las esculturas de Tobias Rehberger ocultan mensajes que sólo pueden descifrarse a través de la luz, el movimiento o las sombras. Dalí tiene cuadros que si los ves de cerca representan una cosa y a medida que te alejas de ellos va emergiendo una pintura totalmente distinta. El arte cinético y el op art (arte óptico), también comparten esta característica; contemplas algo diferente según el lugar desde donde estés situado.
En El principito (una vez más me encuentro en la obligación de recurrir a este hermoso libro) hallé un texto que lo explica todo.
Dice así: “_ Lo que embellece el desierto es que oculta un pozo en cualquier lugar…
Cuando yo era niño vivía en una vieja casa, en la cual, según contaba la leyenda, había un tesoro escondido. Aquel misterio le daba un encanto a la casa. Mi casa escondía un secreto en el fondo de su corazón…
Ya sea que se trate de la casa o del desierto, lo que los hace hermosos es algo invisible.
Tomé al principito en mis brazos porque se quedó dormido y emprendí otra vez el camino. Me parecía que llevaba en brazos un frágil tesoro. Me parecía incluso que no existía nada tan frágil sobre la Tierra. Miré, a la luz de la luna, su frente pálida, sus ojos cerrados, los mechones de su cabellera, agitados por el soplo del viento, y me dije: “Esto que veo aquí no es más que una corteza. Lo verdaderamente importante es invisible”.

lunes, 23 de abril de 2012

En busca del más leído

Todos los días del año están dedicados a algo, la Paz, el Medio Ambiente, la Salud… Hoy es el día del Libro. Una celebración que pretende fomentar la lectura mediante la compra de ejemplares, ya sean para regalar a los demás o para obsequiarnos a nosotros mismos.
Es esta una labor que necesito planificar con tiempo, más que nada, porque me complace acertar con los presentes. Así que pienso en los gustos del que va a ser agasajado, busco en internet, compruebo que número le falta de la colección que está siguiendo, me encamino a la librería con una idea concreta y al llegar todo se me cae al suelo.
Recorro las estanterías y empiezo a brincar de título en título cual canguro australiano, y es que hay tal cantidad de oferta que me pierdo.
Me intrigan todas esas interesantísimas sinopsis que me dejan con la miel en los labios; me embaucan las opiniones impresas en las guardas a las que me gustaría añadir la mía propia; me seducen las portadas; me atrapa la colocación de los más vendidos; me embriaga el olor de la tinta...y más de una vez he tenido que controlarme para no gritar: _“Uno de cada, por favor”, (casi como cuando entro en una pastelería).
Luego miro el reloj, ha pasado más tiempo del que me podía permitir, elijo uno de los seis tomos que atesoro en mis brazos y pido un ticket sin precio, pero sólo por si acaso. 

domingo, 22 de abril de 2012

Intercambio de impresiones

Discutir: como viene de bien a veces. ¿No os ha pasado nunca que os levantáis guerreros, con gana de enfrentamientos verbales, reivindicativos, queriendo buscarles las cosquillas a los demás?
Pues que sepáis que lo de rebatir es un arte como otro cualquiera y no todo el mundo lo hace bien. Hoy he asistido, como observadora, a un cambio de opiniones entre seis personas y he sacado en conclusión que todas tenían su parte de razón pero que unos argumentaban con gritos, voces y aspavientos, como si eso les otorgase más razón y otros no necesitaban ningún aderezo porque sus ideas tenían peso propio. Yo cuando estoy en esa situación me acaloro y tiendo a hacerlo mal aunque mi meta sería sosegarme y no chillar.

sábado, 21 de abril de 2012

Predicar con el ejemplo

Vuelvo con el libro: Tus zonas erróneas.
En este caso la lección que nos quiere inculcar es que son nuestras obras y no nuestras palabras las que nos definen.
“No somos necesariamente lo que decimos. Nuestro comportamiento es un barómetro mucho más adecuado para medir nuestro valor. Lo que hacemos en nuestros momentos presentes es el único indicador de lo que somos como persona”
Ralph Waldo Emerson escribió una vez: “No digas cosas. Lo que eres relumbra sobre ti mientras lo haces y atrona con tal fuerza que no puedo oír lo que alegas en su contra”

viernes, 20 de abril de 2012

Pequeñas conductas

Soy observadora. Pero no me fijo en las caras, sino en las acciones. Me gusta descubrir gestos de ternura entre la gente. Suelen ser hechos tan insustanciales que pasan desapercibidos incluso para los propios protagonistas.
Estos son algunos de ellos.
1._El Lunes caminaban por la calle una pareja de ancianos. Venían hacia mí. De repente se paran, la señora levanta su pierna, con algo de dificultad, y posa su pie en un banco. Yo me percato, en ese momento, de que el cordón de su zapato está desatado y su marido acude en su ayuda, anudándoselo con un cariño y una delicadeza extremos.
            2._El Martes a la puerta de un colegio. Un alumno camina despacio hacia la salida, hasta que descubre que es su padre el que viene hoy a recogerlo. Con una sonrisa inmensa y un sonoro ¡papá! se lanza en una carrera frenética para salvar, en el menor tiempo posible, la distancia que los separa. Una vez alcanzado el objetivo, le abraza las piernas con tanta fuerza que ninguno puede moverse en un rato.
            3._El Miércoles un niño camina al lado de su abuelo. Llegan a un semáforo y el niño le da la mano al abuelo. Cruzan y al llegar a la acera el nieto se suelta. El abuelo le pregunta: ¿Marcos, tienes miedo de que te pille un coche? Y el niño contesta: No abuelo, yo soy pequeño y corro mucho; tengo miedo de que te pille a ti.   

jueves, 19 de abril de 2012

Somos más usuales de lo que suponemos

“Nada de lo humano me es ajeno” Publio Terencio Africano
¿Tan singulares y exclusivos nos creemos para que algo de lo que pensamos, o hacemos, no sea común a cualquier otro ser humano?
Pues cuando te encuentres aislado; supongas que nadie te comprende; imagines que únicamente a ti te pasan las cosas; te sorprendas con sentimientos que consideres tuyos propios; o ejecutes acciones que, en tu opinión, nadie más podría llevar a cabo; ten presente esta frase y alégrate: no estás sólo en el mundo.
A mi no me gusta el jamón, hecho más extraño es difícil que se repita, pues a lo largo de mi vida he encontrado a otras dos personas a las que tampoco les agrada y yo no conozco a mucha gente, lo que significa que si fuese extrovertida todavía podría coincidir con más individuos en mi misma situación.

miércoles, 18 de abril de 2012

¿Qué es la vida?

La vida es un desafío…afróntalo.
La vida es un don…acéptalo.
La vida es una aventura…ponla a prueba.
La vida es una pena…supérala.
La vida es una tragedia…encárala.
La vida es un deber…cúmplelo.
La vida es un juego…diviértete.
La vida es un misterio…desentráñalo.
La vida es una canción…interprétala.
La vida es una oportunidad…aprovéchala.
La vida es un viaje…efectúalo.
La vida es una promesa…cúmplela.
La vida es una belleza…alábala.
La vida es una lucha…empréndela.
La vida es una meta…alcánzala.
La vida es un acertijo…resuélvelo.

martes, 17 de abril de 2012

Prueba

“Consiguieron lo imposible porque no sabían que lo era”
¡Ja! Al loro con la frasecita.
Anda que no son negativos los prejuicios. Si posees una idea, un proyecto, algo que te apetece llevar a cabo, simplemente lánzate. No vayas condicionado por nada. Abre tu mente. Déjate sorprender. Explora, indaga, trabaja. Sólo así llegarás a donde te hayas propuesto. Y si alguien te sugiere que no hay posibilidades de éxito, que tu ilusión fracasará, que no podrás obtener el resultado que buscas, no le prestes mucha atención. Nadie sabe de antemano que desarrollo tendrán las cosas. Tu convicción no debe estar sujeta a la opinión de los demás. Por descabellado que sea tu plan no permitas que desaparezca antes de comenzar.
¿Quedarse con la duda? ¿Por qué? ¿Qué tienes que hacer, que sea mejor, o más  importante, que intentarlo?  

lunes, 16 de abril de 2012

Pintadas

Seguro que más de una vez habéis visto en cualquier fachada, escaparate, papelera…la firma de un adolescente hecha con aerosol, un corazón de tiza que encierra dos iniciales, un insulto pintarrajeado en la valla de una obra, un falo de dimensiones imposibles dibujado con rotulador…
Creo que el autor de esos gráficos busca protagonismo, autoafirmación, lo que vienen siendo: sus cinco minutos de gloria. A mí, la verdad,  no me aportan nada, pero entiendo el acto como una forma de soberanía juvenil.
Pues hoy, en la típica pegatina que hay en cualquier cabina de ascensor, donde queda reflejada la última revisión sufrida por la máquina, además de las explicaciones pertinentes, tales como: el nombre del técnico que acudió a hacer el trabajo, la hora y el día exactos, etc. aparecía una frase impresa que decía así: Que pase un buen día.
A lo que algún niño contestó con una palabra escrita a bolígrafo que rezaba: IGUAL!!!
Inmediatamente me hizo sonreír.
Os lo cuento porque me ha parecido reconocer, en ese pequeño detalle, la actitud que reclamo yo para la vida.

domingo, 15 de abril de 2012

Héroes anónimos (2ª parte)

En estos tiempos, si te encuentras en dificultades la policía aconseja no gritar ¡Socorro!, porque saben que nadie acudirá en tu auxilio, lo que has de decir es ¡Fuego!, para que todos teman por su propia vida, salgan de donde estén y al verte en situación de peligro te asistan.
La seguridad es motivo de desasosiego. En los tebeos nadie tenía porque preocuparse existían: Superman, SuperLópez, El Capitán América, La masa, El hombre araña…
Pero ¿y en la vida real? ¿Quién vela por nosotros? Pues en Gijón hemos de estar tranquilos porque ha nacido un nuevo superhéroe. Al igual que pasa con el resto de su especie, cuando no está de servicio, su apariencia es la de un tipo normal y corriente, un hombre sencillo, humilde, un poco tímido. Su nombre: Manolo. Su profesión: editor. Hasta aquí una vida tan anodina como la de cualquier otro, pero lo que le caracteriza es su valor. Cuando intuye que una damisela puede encontrarse en apuros se transforma y no duda en prestarle su ayuda. Allí donde hay un abuso él hace acto de presencia. Ignoro como se entera de la situación pero lo cierto es que siempre aparece en el momento más adecuado. En mi caso vio a un tipo sospechoso en el establecimiento y ni corto, ni perezoso, entró detrás de él por si se le ocurría hacerme algo. Unos días después acudió al local de enfrente y defendió a la dependienta de la agresión de un desequilibrado.
Así que la última vez que vino a vernos fue recibido con una ovación y entre vítores y aplausos se sentó a tomar un café solo.
Lo malo es que no tiene traje de malla, yo ya me he puesto manos a la obra para solucionar tamaño error; estoy diseñando la capa, va a quedar espectacular.
Este texto (y el futuro uniforme) es mi forma de decir: Gracias Manolo.

sábado, 14 de abril de 2012

Vivir

El tema no es mío. Me lo ha inspirado un amigo. Voy a tomarlo prestado para la entrada de hoy.
Jonathan Swift, escritor irlandés, autor de Los viajes de Gulliver dijo en una ocasión: _“Ojalá vivas todos los días de tu vida”.
Yo digo: _ “Ojalá, pero que difícil”. Porque muchas veces los años discurren sin que nos demos cuenta. Las obligaciones, las preocupaciones, la incertidumbre, nos impiden apreciar el valor de los pequeños momentos.
Y es que VIVIR, así, con mayúsculas, implica algo más que la definición que nos da el diccionario de La Real Academia de la Lengua Española en su primera acepción, que dice así: Tener vida.
VIVIR, así, con mayúsculas, implica: sentir cada cosa, buena o mala, al cien por cien; ser consciente de todo lo que nos pasa, bueno o malo, minuto a minuto; disfrutar o sufrir por lo que nos acontece, sin medida.
Y eso, queramos o no: agota.
He comprobado, alguna vez, que las personas mayores experimentan los sucesos con menos intensidad que las jóvenes; como si el paso del tiempo diluyese nuestras sensaciones. Es normal, uno ha de serenarse en algún momento, alcanzar calma y sosegarse, estar en paz. Al fin y al cabo ¿no se basa en eso el principio de la felicidad que persiguen los budistas? Y millones de hindúes no van a estar equivocados.
Así que sí, vivir la plenitud de cada acto, por sencillo que sea, nos hará dichosos; pero tranquilitos ¿eh?      

viernes, 13 de abril de 2012

Héroes anónimos (1ª parte)

Mi madre está intentando dejar de fumar. Es algo que me hace sentir orgullosa de ella. Sé que le cuesta horrores, que lo pasa fatal, que sufre, que tiene momentos muy malos, que convive con la tentación de abandonar a cada minuto y aún así lo intenta. Dure lo que dure. Llegue hasta donde llegue. Para mí ya es una heroína. Ánimo mamá, “la travesía de mil millas comienza con un paso”.

jueves, 12 de abril de 2012

Tenacidad

Decía el poeta italiano, Arturo Graf, que: “La constancia es la virtud por la cual todas las otras virtudes dan fruto”.
He cambiado de crema. A la antigua no le pasaba nada. Lo sé. Esta no es la panacea. Lo sé. Pues aún teniéndolo todo claro, he cambiado de crema. Y lo he hecho con la convicción de que, con la nueva, tampoco lograré alcanzar el efecto deseado, pero así soy yo de cabezota.
La vendedora, una amabilísima profesional, me aseguró que si la uso todos los días notaré una gran diferencia. ¡Claro! ahí está el quid, no se trata de la crema, ni de la vendedora, no se trata del precio, ni de los agentes activos, ni de la publicidad, ni de la modelo que la anuncia…no, nada de eso, se trata de mí y de la perseverancia. ¡Uf! que palabra. Y todo lo que encierra.
Aunque si lo pienso bien, sí tengo tesón, pero lo empleo en la dirección equivocada porque: ¿y si en vez de empeñarme en no echármela, me empeñase en lo contrario?
¿Y si en vez de estar todo el día pensando en negativo, que requiere un esfuerzo igual de grande o mayor que pensar en positivo, nos diese por lo opuesto?
Conclusión: Ya sea a base de cremas o de actitudes positivas, las arrugas se nos quitarán seguro. Así que, la próxima vez que nos veamos, vamos a tener que mirarnos dos veces porque, no nos vamos a reconocer.

miércoles, 11 de abril de 2012

Entretenimientos

Me encantan los pasatiempos. Los sudokus, los puzzles japoneses, las mesas de relojero, los 7 errores, las sopas de letras, las cruzadas, los autodefinidos…Creo que lo heredé de mi madre porque le apasionan. Pero lo que más me gusta es hacerlos con ella, estamos a la que salta, a ver cual de las dos encuentra antes la solución, un poco de competitividad sana, de nervios y de risas. Lo pasamos genial. Una cosa tan sencilla, y en apariencia insignificante, como resolver un crucigrama, lo convertimos en objeto de diversión. El truco es compartir un poco de tiempo y hacer de lo cotidiano una oportunidad.

martes, 10 de abril de 2012

Chucherías

Pocas cosas me ponen contenta tan rápido y con tan poco esfuerzo. Me gustan todas, los palotes, el regaliz, los gusanitos, las gominolas de melocotón, los caramelos de café con leche, los morenitos….Hoy he ido al quiosco y he descubierto las piruletas de corazón.
_ “¿Cómo puede ser, una profesional como tú, pero si son un clásico?” diréis.
Ya, ya, pero es que las que venden ahora son: AZULES. Si guapinos, azules como un pitufo, azules como la sopa de Bridget Jones, azules como el pelo de Lucia Bosé.
El sabor: una mezcla entre mora y grosella. Están ricas, pero para mi gusto, un poco insípidas, algo sosas, poco intensas, como si el potenciador estuviese diluido en exceso o no fuese suficiente.
Lo peor: te dejan la boca como si hubieses chupado un bolígrafo.
A los niños les encantará enseñarse la lengua todo el rato; si eres adulto y tu pareja es un poco escrupulosa te aconsejo que la pruebes un día en el que no quedéis; para los demás: compartidla.

lunes, 9 de abril de 2012

La personalidad

¿Sabéis? A veces me da por analizarme y saco en conclusión que soy como el electrocardiograma de un histérico, es decir, llena de picos. Unos días exultante, otros hundida en la más absoluta tristeza. Y es que los extremismos los domino tan bien. Quizá sería mejor mantener un modo de vida más estable, más lineal, sin tanto altibajo, pero creo que eso diluiría la intensidad con la que siento las cosas y me haría un poco más gris. Algunos están convencidos de que esta forma de proceder es típica de la juventud y que se curará con los años. Pero yo ya no soy ninguna pipiola, así que mucho me temo que no se me pasará fácilmente.
En otras ocasiones vuelvo a evaluar mi comportamiento y me parece que es más bien cíclico, como si repitiese mi conducta por temporadas; cada cierto tiempo como más, o me noto más cansada, o tengo más ganas de salir, no sé, como por rachas.
Repaso mi libro de filosofía y encuentro varias tipologías, cada una establecida a partir de ciertos rasgos. Pero ninguna me define realmente, resulta que tengo un poco de todas, ¿a ver si voy a ser como el doctor Jekyll y mister Hyde? ¡Uf!, el psicoanálisis para los expertos, yo abandono.

domingo, 8 de abril de 2012

La ética

Seguro que en alguna ocasión habréis oído a una madre decirle a su vástago: “Eso no está bien” y también habréis oído al vástago en cuestión alegar en su defensa: “Pues Fulanito lo hace”.
Quizá en alguna otra ocasión habremos sido nosotros mismos los que nos hemos querido apoyar en las acciones de otro para defender la legitimidad de nuestros propios actos.
Pues que alguien haga algo mal no justifica, ni nos da potestad para hacerlo. Que alguien haga algo mal no implica que esté bien o permitido. Que alguien haga algo mal no sienta precedente para que los demás lo hagamos también. Y que ese “alguien” constituya un número elevado de personas tampoco es argumento de valor para aprobar la conducta errónea.
A mí me parece de una lógica aplastante, pero últimamente, no sé que pasa, que se nos difuminan un poco los valores y nos dejamos arrastrar.
Todo esto trae a colación un diálogo que oí en una película del lejano Oeste, decía así:
_ “Nosotros no matamos prisioneros”
_ “Pero ellos sí matan a los nuestros”
_ “Ellos no son nuestros maestros”

sábado, 7 de abril de 2012

Condicionamientos

Vemos lo que podemos ver. Todos estamos influenciados por nuestro mundo interior, así que no somos totalmente libres, ni estamos totalmente abiertos a lo que nos encontramos. Lo que nos gusta, y lo que nos repugna, lo que somos y lo que nos gustaría ser, lo que sabemos y lo que ignoramos, todo nos da una visión recortada de la realidad. Y si no comprobad lo que escribía Van Gogh en una carta que le envía a su hermano Teo: “He visto un establo con cuatro vacas color café con leche…el establo de un blanco azulino…y una gran cortina verde en la puerta de la entrada… Vi también una cosa muy reposada y muy hermosa el otro día, una muchacha de tez café con leche…cabellos rubio ceniza y ojos grises, corpiño de indiana rosa pálido…contra el verde esmeralda de las higueras.”
Sólo un pintor podría describir así la escena, un granjero se centraría más en la gordura y lozanía que desprendían las vacas, un constructor repararía en lo bien conservado que estaba el establo, un chico hablaría de lo atractiva que le resultaba la joven y yo me centraría más en lo dulces y apetitosos que parecían los higos, rezumando almíbar y arqueando las ramas por el peso. ¿Cómo lo narrarías tú?

viernes, 6 de abril de 2012

Energía

Soy una “rapidilla”; lo sé; me gusta así. Me pasa desde pequeña. Vivíamos en una casa con un pasillo que medía 10 metros lineales. Cuando sonaba el teléfono o llamaban a la puerta salía como un cohete, durante mi carrera mi padre me iba diciendo: _ “No cooorras”.
Prefiero estar muy ocupada que sin nada que hacer. Lo de no tener tarea me aburre y me aletarga. Trabajo mejor bajo presión. Un poco de estrés me estimula.
Cuando pertenecía al sector de la construcción y teníamos que acabar un proyecto en tiempo record ahí estaba yo, con la motivación necesaria, dando el máximo de mí para entregarlo en el plazo previsto. Caminaba por la oficina como Fernando Alonso conduce por la pista. Mis compañeros llegaron a plantearse instalar semáforos en el estudio para evitar choques. Y más de una vez me cantaron: _ “No cooorras”.
Después, (cosas de la crisis), empecé a trabajar en hostelería y la sensación se multiplicó, esto sí es aquí y ahora. Todos los clientes llegan a la vez, todos esperan ser atendidos con diligencia y premura, pero ninguno desea que le transmitas tu tensión o tu prisa, así que has de procurar no exteriorizar tus sentimientos. Yo, después de casi tres años, aún lo hago fatal. Y el Martes pasado un asiduo me entonó: _ “No cooorras”. 

jueves, 5 de abril de 2012

Menos mal que accedí

Hace poco un cliente me dejó un libro, “Stoner” de John Williams.
Al principio yo no quería aceptar su préstamo pero una vez dinamitada mi reticencia lo leí.
Cuando terminé le agradecí su esfuerzo y su insistencia porque me encantó.
Es una historia, en apariencia, muy simple; escrita de manera magistral y adictiva. Saqué conclusiones y conceptos tan bonitos como el texto que os traigo a continuación. Es extraño compartir e identificarse tanto con una idea que ha escrito otro que no te conoce y tener la impresión de que está hablando de ti.
“En su año 43 de vida, William Stoner aprendió lo que otros, mucho más jóvenes, habían aprendido antes que él: que la persona que uno ama al principio no es la persona que uno ama al final, y que el amor no es un fin sino un proceso a través del cual una persona intenta conocer a otra.
Ambos eran muy tímidos y se fueron conociendo despacio, a tientas; se acercaban y se separaban, se tocaban y se retiraban, sin que ninguno quisiera imponer al otro más de lo que le fuese grato. Día a día caían las capas de reserva que los protegían, por lo que finalmente fueron como son los extraordinariamente tímidos: cada uno abierto al otro, sin protección, perfectamente cómodos y sin conciencia de sí mismos.”

miércoles, 4 de abril de 2012

Imaginación

No hay nada que me entretenga más que inventarme la vida de las personas que no conozco. La señora que está sentada a mi lado en el autobús, el señor que hace cola para comprar el pan, el chico que espera tomando un refresco en la barra del bar… ¿Lo habéis probado alguna vez? pues debe ser una práctica bastante habitual.
Lo digo por la reciente publicación de una noticia que leí, dice así: a partir de unas fotos encontradas por azar en una tienda de segunda mano, en Brighton, en las que sale una joven a la que llamaremos Vera, surge el proyecto. Diez diseñadores han de crear una biografía y diferentes objetos que puedan haber pertenecido a la chica.
Teniendo en cuenta lo raro que resulta que alguien venda sus retratos en una tienda y que otra persona los compre y añadiendo además la originalidad de la idea; me atrevería a asegurar que los artistas pasaron un rato divertido, imaginando toda una vida y teniendo tan sólo un instante inmortalizado para idearla.
Iniciativas así son las que nos despiertan la curiosidad y nos hacen darle a la “pelota”, participa y piensa, ¿qué trama hubieses urdido tú?

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martes, 3 de abril de 2012

Hábitos

Escribía Rosa Regás en su libro Azul que: “No hay más que tomar el autobús en otra parada y a una hora distinta para que cambie el rostro de la ciudad en que vivimos”.
Es cierto, sobre todo en una villa chiquita como esta. La rutina es algo que forma parte de nuestro día a día, nos acompaña, nos mantiene en un lugar seguro e invariable. A mí no me gusta lo más mínimo. Intento luchar contra ella pero no siempre consigo vencerla. El truco para evitar que una jornada sea igual a la siguiente está en modificar las pequeñas prácticas. Por ejemplo: no ir al trabajo por el mismo camino, salir de casa con unos minutos de diferencia, renovar la ropa, el peinado, la colonia…cada cierto tiempo, frecuentar tiendas, museos o locales nuevos, visitar barrios que hace mucho que no pisamos, descubrir parques, edificios, o rincones que han evolucionado desde la última vez que estuvimos en ellos. No se necesita un esfuerzo muy grande, cualquier alteración en nuestro devenir será un triunfo. Y así impediremos que nos invada la apatía de la costumbre.

lunes, 2 de abril de 2012

Poderoso caballero

La importancia que se le otorga al dinero hoy en día es desmedida. Nadie pone en duda que su presencia es indispensable, aunque sólo sea para cubrir las necesidades más básicas de una persona. Pero de eso, a valorarlo todo por su precio, hay un abismo. Este es un fragmento de mi libro preferido: “El principito”. Llama la atención como reducimos la estimación que le damos a las cosas a su traducción en divisas.
Si decimos a los adultos: “He visto una bella casa de ladrillos rosas, con geranios en las ventanas y palomas en el techo…”, ellos no logran imaginarse dicha casa. Hay que decirles: “He visto una casa de cien mil francos” y sólo así exclaman: “¡Qué hermosa!” 
Escrito en 1943, puede que os parezca trasnochado, pero noticias como la que os traigo a continuación hacen que el texto anterior tenga vigencia hoy mismo.
Parte de la exposición que exhibe ahora Stefan Brüggemann en Madrid, titulada Tautological Paintings, nos obliga a cuestionar el verdadero interés que le concedemos al arte. Son cuadros en los que lo único que ves es: un fondo gris y una cifra impresa que corresponde a su precio en dólares.   
¿Por qué nos costará tanto darnos cuenta de que el esfuerzo, el cariño, la persona… asignan más valor a las cosas que su precio? ¿Nunca os han regalado la última gominola, un anillo hecho con la argolla de un refresco, una pulsera de lana, una flor silvestre…? El dinero en su justa medida, para todo lo demás: el amor.

domingo, 1 de abril de 2012

Uno más

Empiezo el mes con publicidad, yo en mi línea. Esta entrada la tengo pendiente desde que comencé el blog. Gracias a que el mensaje que transmite no caduca pude esperar hasta hoy para presentároslo. Es un homenaje que Campofrío le brindan a un maestro del humor como fue Miguel Gila. Tiene ternura, gracia, y positivismo, todo lo que necesitamos para afrontar el día a día. Que os guste.